PR-Z 96. Valle del Ribota. Tramo 3: Clarés de Ribota - Torrelapaja

En Clarés de Ribota (946 m) se inicia el camino descendiendo hasta la zona de huertas, a la que lleva una calle bordeada de muros de piedra. Enseguida se pasa junto a la bonita fuente, donde se capta el agua de boca del pueblo, y se atraviesa el arroyo de la Vega, con una pequeña muestra de vegetación de ribera. El itinerario avanza por el camino de los Monjes, que pronto deja a la izquierda y sigue a la derecha por la partida de Valdearanda.

El camino comienza a ascender hacia la sierra de la Virgen entre campos de secano, aunque en las laderas más abruptas está bien representada la vegetación natural de dehesa, con carrascas y arbustos, más característica de la comarca.

La marcha está sombreada por algunos árboles y pasa junto a típicas construcciones pastoriles, como los corrales de Monto. Poco a poco, va ganando altura, lo que permite disfrutar de las vistas, tanto de la sierra de enfrente como del pueblo de Clarés de Ribota.

La parte más alta del terreno está ocupada por un frondoso pinar de repoblación entre el que el sendero se interna hacia el NO. Se llega así hasta el camino de la Virgen (5,3 km; 1 h 30 min), una ancha pista agrícola por la que se desciende directamente hasta Malanquilla, de nuevo entre campos cerealistas, entre los que destaca la silueta del pueblo y su molino de viento, originario del siglo XVI.

Prestando atención a los cruces y a los vehículos agrícolas que circulan por estas pistas, se pasa junto a la ermita del Santo Cristo del Humilladero y se entra en Malanquilla, donde el sendero alcanza la iglesia parroquial (1.048 m; 8,8 km; 2 h 15 min).

Para dirigirse a su destino final en Torrelapaja, el sendero sale a la carretera Z-V-3443, que conecta Malanquilla con la N-234. Se sigue por el arcén unos 300 m, hasta llegar a una pista de tierra bastante ancha, que se toma a la derecha.

Obviando los distintos cruces, se sigue esta pista, entre campos de cultivo, para finalmente desembocar en la carretera N-234 (12,4 km; 3 h). Es preciso continuar por el asfalto, siempre con precaución, durante unos metros, hasta llegar a un camino a la derecha, asfaltado en los primeros en un primer momento, que atraviesa la abandonada línea ferroviaria Santander-Mediterráneo.

De nuevo entre campos de secano, el camino se orienta en la dirección de la carretera N-234 hacia Torrelapaja. Tras una revuelta, bordea la vía y poco más adelante la cruza, justo sobre caserío. Desde este punto, el camino desciende hasta la citada carretera y entra en Torrelapaja (991 m; 17,3 km; 4 h 10 min), final del PR-Z 96. Aquí, el sendero se une con el inicio del PR-Z 95, que sigue el valle del río Manubles.

En Torrelapaja, se puede visitar la iglesia parroquial y el albergue, dos edificios declarados Bien de Interés Cultural, ligados a la devoción a San Millán de la Cogolla, que según la tradición nació en esta localidad.